Las plantas verdes de interior deben tener siempre una iluminación indirecta, no dándoles el sol directamente a través de un cristal ya que las reseca mucho, sobretodo en los meses de primavera y verano.

Hay plantas verdes de interior que pueden vivir perfectamente en zonas de escasa o nula iluminación natural, ya sea un cuarto de baño sin ventana o un portal con orientación norte. Los helechos y las aspidistras por ejemplo son dos de ellas.

Las plantas verdes de interior no están exentas de sufrir plagas o enfermedades, por lo que no solo debemos actuar cuando ya están afectadas. Un tratamiento preventivo siempre es aconsejable.